¿Cuánto dura el celo de una gata?
Las gatas tienen un ciclo sexual muy diferente de las perras, que no todo el mundo conoce, aquí te explicamos cómo es el celo de una gata.
La época del celo
Las gatas comienzan a entrar en celo cuando las horas de luz solar empiezan a crecer, después del solsticio de invierno.
Cuando el cerebro detecta que los días empiezan a aumentar, manda un estímulo que pone en marcha las hormonas que hacen a la gata entrar en celo y querer aparearse.
En primavera la temperatura es óptima y la disponibilidad de comida es máxima: el momento propicio para sacar la camada adelante.
En las zonas templadas del hemisferio norte, la estación reproductiva comienza en Enero y finaliza en cualquier momento entre Junio y Octubre.
En el hemisferio sur la época de celos comienza en Agosto.
En el caso de las perras, una vez acabado el celo, no vuelven a tener actividad sexual hasta pasados 6 o 7 meses.
En cambio las gatas, si no quedan preñadas, seguirán sufriendo sucesivas oleadas hormonales y los celos se repetirán periódicamente durante la época reproductora.
Cuando las horas de luz solar empiezan a decrecer, es la señal que anticipa la llegada del invierno, una mala época para sacar camadas adelante.
El cerebro de la gata manda los estímulos necesarios para que los ovarios entren en fase de reposo.
La mayoría de las gatas dejan de tener celos en Septiembre y estarán en reposo sexual desde Octubre hasta finales de Diciembre.
El primer celo de una gata
La edad a la que las gatas empiezan a tener comportamiento sexual es muy variable porque dependerá del grado de desarrollo que tengan cuando llegue la época de celos.
Para entrar en celo, la gata debe tener por lo menos el 75% de su peso de adulta.
El primer celo aparecerá entre los 4 y los 11 meses de vida si se dan las circunstancias adecuadas.
Las gatas que nacieron al principio de la primavera anterior podrán salir en celo a finales de Diciembre o principios de enero.
Mientras que las gatas que nacieron en el otoño anterior, puede que no estén suficientemente desarrolladas hasta el verano siguiente.
Se sabe que las razas de pelo largo tardan más en salir en celo que las de pelo corto y que las gatas callejeras salen en celo antes que los gatas domésticas.
La convivencia con machos y con otras gatas en celo también adelanta el inicio de la pubertad en gatas jóvenes.
Así pues, si tienes una gata nacida el año pasado, es muy probable que empieces a experimentar sus síntomas del celo, si es que no lo has hecho ya.
Síntomas de las gatas en celo
A diferencia de las perras que primero tienen una fase de sangrado -proestro,- las gatas aparecen en celo de la noche a la mañana, sin avisar.
La fase de proestro es muy corta en la gata y no se aprecia ya que no sangra y su vulva apenas aumenta de tamaño.
Cuando empieza el celo, las gatas cambian de personalidad, se vuelven más cariñosas de lo normal, se frotan continuamente contra sus dueños o cualquier mueble, además tienden a rodar panza arriba y frotar el lomo contra el suelo.
Son muy típicos los maullidos que parecen quejidos.
Aunque la gata sea normalmente cariñosa, sabrás que tu gata está en celo porque se ponen muy pesadas y buscan el contacto mucho más de lo normal.
Algunas son muy escandalosas con los típicos maullidos de gata en celo y pueden llegar a molestar a los vecinos.
Cuando se le pone la mano en el lomo, apoyan los codos y levantan la cadera, desvían cola hacia un lado. El estro se caracteriza por ser la fase en que permiten al macho realizar la monta.
Cuanto dura el celo de una gata
No todas las gatas tienen los celos con la misma frecuencia. Unas gatas, la mayoría, presentan celos cada 8-10 días, son gatas que sólo ovulan si las monta un macho.
En cambio, otras gatas son capaces de ovular aunque no hayan sido apareadas y en ese caso el celo no volverá hasta pasados 40 o 60 días.
Muchas gatas mantienen altos niveles de estrógenos entre celo y celo y a los propietarios les parece siempre están en celo.
En cambio, las gatas que ovulan sin necesidad de apareamiento tendrán celo cada mes y medio o dos meses.
Estas gatas tienen más probabilidades de padecer enfermedades uterinas en el futuro.
Se debe a que los ovarios entran en una fase especial llamada diestro en la que producen progesterona, cuando un útero vacío recibe repetidamente la influencia de la progesterona, se debilita y es más propenso a padecer infecciones.
Las pastillas para el celo de las gatas producen los mismos efectos que la progesterona.
Son sustancias que mantienen los ovarios en diestro permanente, por eso dejan de salir en celo. Estos medicamentos también debilitan el útero de la gata y además triplican el riesgo de padecer tumores mamarios.
Se puede esterilizar una gata en celo
Si no tienes intención de criar, lo mejor que puedes hacer es castrarla. No hay problema por esterilizar una gata que ya está en celo.
Para la salud de la gata, es mucho mejor esterilizarla estando en celo que cortarlo empleando pastillas o inyecciones.
La castración durante el primer año de vida, además de planificación familiar, presenta otras ventajas como ya hemos explicado aquí.
Apareamiento de gatos
Por el contrario, si te dispones a criar con tu gata, debes saber que los machos siempre están dispuestos en presencia de una gata en celo. A diferencia de los perros, el apareamiento es muy rápido y la penetración desencadenará la ovulación y posterior gestación.
Los machos tienen una especie de espinas en el pene que, durante la cópula, produce un estímulo que desencadena la ovulación en la gata.
Se calcula que aproximadamente la mitad de las gatas pueden ovular con una sola monta, mientras que otras necesitan varias montas en días sucesivos para poder ovular y quedar preñadas.
Con varias montas hay más probabilidades de que queden preñadas y las camadas serán más numerosas.
Los gatos son muy sensibles al entorno y es mejor llevar a la hembra al territorio del macho que al revés.
En razas de pelo largo es interesante rapar la zona trasera para que la obstrucción por pelos no impida la monta.
También puede haber dificultades en la monta por excesiva diferencia de tamaño entre macho y hembra.
La edad ideal para criar es del año y medio de vida hasta los 7 años. Las gatas con más de 8 años tienden tener ciclos irregulares y camadas más pequeñas. Además, aumentan las probabilidades de abortos y nacimiento de gatitos con defectos congénitos.
