¿Qué es un perro atópico?
Es aquél que tiende a hacerse alérgico a sustancias normalmente inocuas, como pólenes (pastos, semillas y árboles), mohos, ácaros del polvo casero, alérgenos epiteliales y otros ambientales.
Los perros afectados suelen presentar, además, conjuntivitis bilateral recurrente y trastornos que afectan al aparato respiratorio y al sistema digestivo.
Las infecciones por bacterias, hongos y levaduras suelen ser bastante sencillas de tratar una vez identificado el agente causal y utilizados los medicamentos adecuados, aunque en ocasiones, especialmente en el caso de las infecciones bacterianas, tienden a recidivar. En estos casos es importante pensar que quizás estemos ante un perro de los atópicos y habrá que realizar las pruebas alérgicas.
Se calcula que entre un tres y un diez por 100 de los perros son atópicos, siendo la edad de presentación de entre uno y tres años. Es importante matizar que los signos pueden ser tan leves durante el primer año que pasan inadvertidos, pero, por lo usual, progresan y se vuelven clínicamente evidentes antes de los tres años.
Las lesiones que presentan los perros afectados pueden ser muy variadas, ya que podrán ser agudas o crónicas, localizadas o generalizadas, y se podrán encontrar generalmente en la zona periorbitaria y los pies, el pabellón auricular, el flanco, el perineo, la zona ventral del abdomen y en las axilas. La mayoría de las lesiones son secundarias al prurito.
Deberá ser el veterinario el que nos indique el tratamiento más adecuado en función de los problemas que detecte en la piel del perro.